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Altar de Dolores
A través de México, en cada esquina del país desde los desiertos del norte hasta la costa caribeña bardeada por jungla, el último viernes de cada Cuaresma se observa como un día de conmemoración y empatía por los Siete Lamentos de la Virgen María. Conocido como viernes de Dolores, este día es marcado con altares especiales en iglesias, catedrales, hogares, tiendas y espacios públicos.
Estos Altares de Dolores son algunos de los más ornamentados en México; son una demostración física del afecto profundo y el alta estima que los devotos tienen a la Virgen María. Ya sea que estas representaciones físicas de amor y devoción estén en lugares de honor en la casa, en el corazón de la iglesia, en las calles o en una tienda o café, siempre se diferencian de los altares creados en otras épocas del año.
¿Cómo luce un altar a la Virgen de Dolores?
Un Altar de Dolores en México luce púrpura por lo general, con franjas de crepé o hermosas telas para cubrir la base del altar. Sobre esto, se colocan plantas simbólicas y velas, entre los famosos arreglos de flores mexicanos. Dependiendo del tamaño y la ubicación del altar, los arreglos florales pueden ser particularmente vastos tomando, por ejemplo, varios metros del suelo de la iglesia alrededor del espacio del altar mientras que en un altar hogareño, las flores estarían en una pequeña mesa lateral.
Artefactos icónicos son colocados entre flores y plantas, variando de altar en altar, región a región y familia a familia. Estos objetos pueden ser extremadamente personales del hacedor del altar, o pueden tener un significado particular para los Lamentos de Nuestra Señora. Intrincados patrones de objetos de plata son usualmente favorecidos, los cuales, en contraste con el rico púrpura, le dan un aire de belleza reinal al altar. El simbolismo de los colores es extremadamente importante, ya que el morado representa dolor, el blanco pureza, y el rojo simboliza la sangre de Jesús.
Las frutas son usualmente colocadas entre las decoraciones, y ya que esto es el abundante México, nuestras frutas locales son maravillosamente exóticas- uvas, piñas y naranjas agrias (que muestran la amargura del dolor de María)- se pueden ver frecuentemente en los altares a la Virgen de Dolores. Claro, la pieza central para cualquier Altar de Dolores en una imagen de la Virgen María. A veces una estatua y otras una pintura, la Virgen de los Dolores es representada sollozando con una expresión de lamentación. Se le representa frecuentemente usando morado o negro de luto. Pequeñas botellas de agua coloreada se suelen poner cerca de ella, para representar sus lágrimas.
Los Siete Dolores de María son gráficamente simbolizados como espadas atravesando el corazón de la Virgen, tres de un lado y cuatro del otro.
Los Siete Dolores de María
Cada espada simboliza un específico Lamento de Nuestra Señora:
- La Profecía de Simón en el Templo; cuando su hijo apenas tenía 40 días de edad, le dijeron a María cómo él moriría, y que el dolor de su alma sería como ser atravesada por una daga.
- La huida a Egipto: un ángel guio a María, José y al bebé Jesús a Egipto, para escapar la ira del rey Herodes.
- La pérdida de Jesús en el templo: él desapareció por tres días cuando la Familia Sagrada visitó el templo. Él había estado hablando con los sacerdotes y los ancianos, pero Nuestra Señora fue incapaz de encontrarlo durante estos tres días.
- Jesús y su Madre se encuentran en el Camino de la Cruz; con ninguna opción más que ver a su hijo llevar su cruz al lugar de su ejecución, maría contempló su cara cubierta por la sangre proveniente de las espinas de su corona, y a su cuerpo débil luchar contra el peso de la cruz.
- La crucifixión: María observó mientras su hijo era crucificado.
- El cuerpo de Jesús es bajado de la cruz; Nuestra Señor recibe el cuerpo de su hijo tras su muerte.
- El entierro de Jesús: fue enterrado en una tumba prestado, la cual fue preparada –junto con su cuerpo- por María y las otras mujeres, como era la tradición.
¿Qué sucede durante el Viernes de Dolores?
Comenzando hace aproximadamente 800 años, la tradición de observar los Siete Dolores de Nuestra Señora fue muy probablemente comenzada por monjes franciscanos en Europa; este día de conmemoración fue programado como el sexto Viernes de Cuaresma, en la Alemania de los 1400s.
Como el Último Viernes de la temporada de Cuaresma, por supuesto que no hay banquete durante el Viernes de Dolores. No obstante, muchas comunidades mexicanas mantienen vivas las pintorescas tradiciones de comer y regalar sorbetes/nieves, así como hacer y regalar bebidas a los transeúntes, hechas de fruta fresca y canela. Se atiende también misa y se le dedican rezos especiales a Nuestra Señora de los Dolores.
Hay algunas áreas de México que marcan el Viernes de Dolores de manera más dramática (Oaxaca es conocido por sus prolíficos e impresionantes incendios, o altares, en espacios públicos durante esta temporada del año, por ejemplo), pero el simbolismo y dedicación es igual a lo largo de este hermoso país.
Para conocer más acerca de la profunda importancia de esta época del año para el México Católico, lee sobre Semana Santa aquí.